En la crónica de la migración venezolana también hay un montón de historias de gente haciendo cosas buenas por los demás, sin importar dónde estén. Así que ahora te cuento sobre Lesly Simon y su increíble historia.
Ayudar a conectar personas para hacer el bien a quien lo necesita es como el oxígeno para Lesly Simon. Quizás el ímpetu propio de la naturaleza en su natal estado Bolívar, la ha llevado a desbordar solidaridad desde su vida en Miami. Desde allí esta venezolana salta orillas cuando siente que debe estar en un rincón del planeta ávido de manos amigas.
¨Siempre me decía que quería visitar África, y tuve la fortuna de hacerlo. He tenido la oportunidad y la bendición de estar en otras latitudes y por supuesto en Venezuela, haciendo voluntariado, pero esa experiencia ha sido muy especial¨, relata Lesly, a propósito de sus vivencias en Uganda.
¿Qué la hace especial?, preguntamos.
_Su gente. El colorido. Te reciben en todas partes con una sonrisa, con música, con mucha fe en tí como persona y como la organización que representas. Ellos tienen las manos abiertas para recibirte con muchísima alegría con un ¨hello musungo¨(significa gente), a pesar de sus condiciones. Me dolían los cachetes de tanto sonreír.
Cuenta con entusiasmo que el ansiado momento de ir a Jinja, Uganda, le llegó luego de conocer a Morella Carta, venezolana establecida desde hace tiempo en Estados Unidos, con exitosa trayectoria corporativa internacional y quien fundó ¨Stars Uganda¨ tras previas experiencias como voluntaria en distintas ONG´s. Ese encuentro ocurrió como parte de la activa agenda de responsabilidad social de la Cámara de Comercio Venezolano Americana (Miami, USA), la cual presidió Simon.
Stars Uganda, según explica, es una casa hogar de transición para niños de 0 a 6 años que han sido transferidos porque quedaron huérfanos, o porque, aunque tengan vivo a uno de los padres no lo pueden criar. Actualmente hay 31 pequeños, de los cuales a algunos han podido reunificarlos con sus respectivas familias, sin abandonar su educación, tras un proceso de apoyo a sus padres y madres con herramientas para emprender, trabajar.
Cuando te van a suceder cosas, sucederán, estés donde estés y además, cuando regresas de esas experiencias lo que sientes es demasiado gratificante¨.
Durante el viaje a África a cambio de esa alegre receptividad tenían que dar muestras de confianza en la prédica, porque, según su relato, ir a una comunidad a decir que el agua del rio debe procesarse, hacerla potable, pasa por dar el ejemplo. Llevaron más de 100 filtros a un poblado en la montaña donde nace el Rio Nilo, en alianza con otra organización. Y además debían enseñar a instalar, a mantener y a cuidar lo recibido paraque se pudieran beneficiar todas las 500 familias. ¨Sí, ellos lo harían pero solo después de que nosotros y el jefe de la comunidad mostráramos que el vital líquido realmente era bueno y no nos pasaría nada al tomarlo¨.

¨Me preguntan si hay temor a que me pase algo, contagiarme de una enfermedad, u otra cosa. No. Cuando voy como voluntaria a sitios donde hay riesgos o seré vulnerable, pienso que hay que entregarse a Dios, no pensar en lo malo, prepararse y tomar previsiones por supuesto¨.
Cuenta que lo mismo ocurre cuando ha estado haciendo trabajo voluntario en comunidades de Colombia o de Venezuela. Se limita a ir con cuidado, en vez de conectarse con un escenario negativo.
¨Cuando te van a suceder cosas, sucederán, estés donde estés y además, cuando regresas de esas experiencias lo que sientes es demasiado gratificante¨.
Entre sus viajes hace mención especial a la oportunidad que tuvo de participar en la misión humanitaria del Barco Hospital de la Marina de Los Estados Unidos a Rio Hacha, Santa Marta y Cartagena. ¨Yo no soy médico, pero como civil ayudé como traductora y en muchas tareas de atención a migrantes en tránsito, ciudadanos colombianos y personas que se trasladaron desde distintos lugares de Venezuela para una cirugía imposible de recibir. Fue emocionalmente retador con momentos únicos como el señor con cataratas y salió del barco viendo, con gritos de alegría. Después de 20 años, él volvió a la luz¨ y con el tono que lo dice no queda duda del buen momento vivido.
Lesly tiene como lema de vida que las manos se hicieron para dar y no hace falta ir tan lejos para hacerlo. Es lo que practica desde sus ocupaciones en la empresa de la cual forma parte, en Florida, y de las actividades del Comité de Responsabilidad Social de la Cámara, en Miami (https://www.venezuelanchamber.org/) Desde allí procuran conectar la buena voluntad de particulares y de ONG´s que se dedican a brindar apoyo a los migrantes, y a gestionar ayuda hacia quienes están en el país y requieren de esa mano amiga. Son muchos los afortunados ejemplos de solidaridad, más allá de la frontera.
(Texto de nuestra autoría publicado inicialmente en la Revista BienHallados, mayo 2024)

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