La experiencia como voluntario es transformadora. Tanto para la persona que decide por cuenta propia sumarse activamente a una buena causa, como para el Otro y para la empresa que emprende el sendero del voluntariado corporativo.
Para ahondar en las implicaciones y vertientes del voluntariado tuvimos la oportunidad de entrevistar a Iraida Manzanilla, VP de la Asociación Internacional del Esfuerzo Voluntario, en nuestro programa Responsabilidad Social Hoy.
Se llama voluntario a la persona que logra poner su solidaridad en acción, con tres «T» que implican tiempo, talento y trabajo.
Así lo define y con ello hace énfasis en que «hay muchos voluntarios de lista, el que se anota y a la hora de ejecutar, arruga». Enfatiza que no se trata de dar cosas. Se trata de darse uno mismo al otro, para dejar huella. Sentarse a trabajar con una persona para buscar una solución, y hacerlo con humildad. No es lo mismo ser solidario, que ser voluntario.
Porque, «no es lo mismo comprar una rifa para los fondos de una causa noble, que dar de tu tiempo y de tu talento. Implica involucrarse. Con un sentido transformador, por muy pequeña que sea tu acción». Cita como ejemplo de esa huella el pasar dos horas con un grupo de niños, y que ellos se queden esperando el momento en que regresarás. O cuando se hace uso de su capital social para ayudar a conseguir recursos. O se decide ser mentor de estudiantes. O coach.
La tendencia actual en este tema es asociar esa práctica con las habilidades personales, ese talentos del te sientes orgulloso y dominas. Contrariamente a la creencia judeo cristiana, el voluntariado no es sacrificio, sufrimiento o martirio para el bienestar del otro, aunque a veces toca actuar en momentos dificiles.
¿Todos podemos ser voluntarios?
“La solidaridad esta en el ADN de todos, claro que todos pudiéramos desarrollar esa capacidad. Depende de lo que el ambiente te lo pida y de lo que estés dispuesto.
¿Cuál es ese detonante que hace a una persona decidirse a ser voluntario?
Hay diferencias culturales importantes en este tema. En los países anglosajones, 3 de 4 personas han hecho voluntariado alguna vez en su vida. En nuestra cultura judeo cristiana esto ha tenido una connotación más bien de sacrificio, abonar puntos para ir al cielo. En cambio, en la actualidad se valora muchísimo más lo que uno recibe, porque genera una transformación. Primero en uno mismo y luego en los otros. Te ayuda a conocerte más, y de hecho hay personas que deciden vivir esta experiencia para saber más de si mismos, explorar hasta donde son capaces de llegar.
¿Cuáles son los espacios o campos del voluntariado?
Mientras tengas la voluntad de hacerlo, el campo en el voluntariado es muy amplio, infinito. Tienes que pensar con qué te relacionas mejor, trabajar con niños, ancianos, espacios de la naturaleza, entre otros, va a depender muchísimo de la inclinación que prefieran las personas”, agregó la también socióloga. Saberlo te hace ubicar con qué tipo de organización te puedes sumar como voluntario.
¿Hay un momento en la vida que impulsa esa decisión?
La juventud es el momento ideal. Es el momento de las pasiones y las causas. Si se siembra en la niñez, luego lo harás. Existe un mito sobre el tiempo, como excusa porque estudias, trabajas, tienes hijos. El voluntariado puede ser muy significativo aunque sea una sola vez al año. La verdad es que cada quien puede hacerlo ubicando qué quiere hacer, y donde. Siempre hay tiempo, lo que tienes es que organizarlo bien. La gente más comprometida es la más ocupada.
El camino hacia el voluntariado corporativo
Indagamos con Iraida sobre el quehacer de esta práctica en las empresas, la cual pareciera haberse extendido en los últimos tiempos.
¿Qué debe hacer una empresa que quiera tener su propio voluntariado?
El primer paso es tener bien claro su política de responsabilidad social. Y de allí se desprende que el voluntariado es una herramienta para trabajar su dimensión interna que son sus empleados, junto con la dimensión externa como lo es la comunidad.
Se tiene que plantear la pregunta: ¿por qué lo quiere hacer? ¿Para desarrollar a su gente? ¿Porque siente que tiene un compromiso con la humanidad? Porque quiere demostrar qué es lo que la empresa hace? Son los tres círculos de los que yo siempre hablo.
A veces ocurre que los programas de voluntariado comienzan a partir de iniciativas de los propios colaboradores. Allí hay que sentarse con un equipo, evaluar y montar el caso de negocio. Hay que verlo así, y ver el beneficio que el voluntariado representa para la empresa, para su gente y para la comunidad.
En esto hay empresas que encuentran que el voluntariado es una vía para el desarrollo de su gente. Generas reflexión, conocimientos, trabajo en equipo, lo que se llama habilidades blandas y que permiten un buen clima organizacional.
La evolución del voluntariado en Venezuela
En opinión de Manzanilla, el desarrollo del voluntariado en Venezuela ha sido una toma de conciencia. «Ha sido el primer país que se planteó por primera vez -y eso está bien documentado- que las empresas tenían un compromiso social. Y de allí salió el Dividendo Voluntario para la Comunidad. Fue el primer grupo de empresarios que se lo propuso». Agrega que los venezolanos hemos tenido que ir confrontando situaciones que no imaginamos, siempre pensábamos que era responsabilidad de los otros. Pero resulta que la Constitución dice que somos corresponsables del desarrrollo economico social, y cultural. Es la pregunta que nos hacemos en momentos tan críticos como este.
¿Significa redimensionarse como ciudadano?
Exacto. De alguna manera somos una especie en extinción aquellos que tenemos formación moral y cívica, como una materia del colegio. Dábamos por sentado que todos eran buenos ciudadanos. Y aunque esto no implica necesariamente la solidaridad, el momento que vivimos nos está haciendo entender mejor nuestro papel de buenos ciudadanos.
Respecto a los jóvenes, reitera lo que muchas investigaciones sobre millenials dan cuenta, y es que para ellos el voluntariado es un espacio que les permite darle sentido a su vida. En Venezuela, la realidad ya llevado a los jóvenes a tener una clara visión de país y ver donde y como ellos pueden aportar. Las herramientas digitales les ayudan.
Audio de la entrevista disponible haciendo click aquí
