En el comportamiento socialmente responsable del latinoamericano, resalta el rol de celebridades que se toman muy en serio el impulso a las causas, especialmente aquellas que conectan con un deseo de transformación en su país natal. Como dijimos en el artículo inicial de esta sección en La Nota Latina, la responsabilidad social se ha ido afianzando en la región, con el involucramiento de otros actores sociales, más allá de la empresa privada. La ciudadanía también va asumiendo sus roles, ocupando espacios y proponiendo cambios proactivamente, articulando movimientos, creando Organizaciones No Gubernamentales, o sumándose a iniciativas de terceros.
Y desde esa perspectiva podemos situar a quienes, desde la fortuna de evolucionar notoriamente en sus carreras artísticas, fusionan su cualidad de ciudadano con su dimensión empresarial, activando algún tipo de liderazgo socialmente responsable.
Para la comprensión de ese fenómeno, propuse a mis estudiantes explorar la experiencia de algún personaje conocido, en este campo, y vincularlo a las categorías del profesor James Austin (2004) sobre el empresario socialmente responsable (abanderado, comunicador, creador, catalizador, colaborador, coordinador, calculador). Resultó interesante observar, durante el intercambio en clase, la repetición de una figura, la cual escogían porque en ella se aplican varias de las tipologías mencionadas. Se trata de Shakira, quien ha adicionado a su carrera musical una versátil corriente de solidaridad y de transformación social.
Vemos entonces una clara intención de la intérprete en aportar a la sociedad con hechos concretos, desde el principio de la gratitud. Comenzó con la creación, en 1997, en Colombia de la Fundación Pies Descalzos. Bajo un … (leer más)