Una vez que en una organización se toma la decisión de querer hacer el bien o de incorporar algún tipo de acción social al portafolio de prácticas, surge la inquietud: ¿Cómo implementar responsabilidad social en la empresa?
Si eres el responsable directo o formas parte del equipo que debe resolver esa necesidad, es profesional asumir una postura técnica y calmar las emociones e ilusiones que suelen acompañar esas decisiones.
La búsqueda de una respuesta acertada es, para mis estudiantes, la vivencia clave de lo que ese tema implica en una organización. Sólo desde la práctica se puede comprender y aprender, en una organización a partir de un proceso racional y sistemático. Y permanente introspección. Lo mismo ocurre en una compañía: para entender bien su implicación, el alcance y la capacidad de activar o impulsar cambios sociales, sólo se obtiene con la puesta en marcha de una iniciativa de impacto.
En primer lugar, antes de realizar un proyecto de responsabilidad social es necesario hacerse ciertas preguntas que conduzcan a una reflexión y a la precisión de ciertos aspectos. Algunas de ellas son:
• ¿Qué necesito saber y para qué?
• ¿Cuál es la mejor vía?
• ¿Cuáles son las expectativas?
• ¿Quién lo pide? ¿Por qué ahora?
• ¿De cuánto tiempo disponemos para ver resultados?
Hay que diferenciar además si se trata de un proyecto para definir la base conceptual de la responsabilidad social de la organización, su plan estratégico completo, o si se trata de un programa o iniciativa puntual para un día o momento específico. Son dos caras muy distintas para empezar a aplicar la responsabilidad social en una empresa.
Las rutas y los pasos en la responsabilidad social
Existen dos rutas, llamadas Analítica y De Oportunidad.
En la primera abunda el análisis, la evaluación, el diagnóstico, vinculación con los asuntos regulatorios. Es un trabajo muy racional porque hay una necesidad de acoplar la responsabilidad social con las líneas estratégicas del negocio. Lo podemos hallar claramente en cualquier multinacional que cotice en la Bolsa de Valores.
En la segunda se observa una clara trayectoria filantrópica familiar, liderazgo motivado y espontaneidad. Es usual en las PyME e incluso en las llamadas empresas multilatinas.
No son rutas excluyentes. En la práctica como consultora he aprendido que el origen de una u otra signa el sendero del proyecto, el enfoque a seguir y las coaliciones a propiciar o considerar.
Algo que también tienes que saber, además de optar por una de estas vías, es bajo cuál modalidad de gestión de la responsabilidad social será más adecuado el proyecto a desarrollar.
Cuando se parte desde cero en la ejecución de la responsabilidad social empresarial, es pertinente tomar en cuenta un esquema de actuación empresarial, con 12 pasos. He comprobado que si se quiere establecer una estrategia seria en la materia, no se puede andar de prisa, improvisando a capricho, ni obviando etapas. La sistematización y el foco deben ir de la mano.

En ese modelo es necesario identificar una fase diagnóstico, con suficientes insumos para la acertada evaluación de opciones y la toma de decisiones. La definición del área temática representa un momento clave, porque se trata de precisar el problema social a abordar, para luego proponer una solución. Se debe utilizar una metodología confiable, que incluya investigación, faceta puede ser delegada a un tercero con experiencia en el campo.
Los datos sistematizadamente recopilados te permitirán tomar decisiones o sugerir acciones, sobre la base de evidencias concretas, y no de caprichos.
Una metodología que suelo usar en mis proyectos y enseñar a mis estudiantes es el árbol del problema. Bien sembrado, te permite estudiar con detalle eso que creemos puede ser el asunto social donde la empresa va a involucrarse. Un ejemplo de ello es Incremento de la desnutrición en la población infantil en … (define tú el nombre de la localidad)
Te darás cuenta que mientras más avanzas en el desarrollo del modelo para ejecutar la responsabilidad social en la empresa, más preguntan surgen. Es normal que ocurra, porque estamos trabajando en la esfera de la transformación social. Bien llevado, agregará valor y elementos de trascendencia a la organización. Entre algunas de esas interrogantes se encuentran: ¿Cuál es el problema a resolver? ¿Quiénes son los involucrados? ¿Cuál será el papel de la organización líder?
A la etapa de diagnóstico le sigue la ejecución, teniendo en cuenta los pasos referentes a los aspectos administrativos, procedimentales y comunicacionales.
Como todo buen proyecto, para su evaluación y su factibilidad se utiliza un marco lógico. El criterio racional y el soporte de evidencias son primordiales, cuidando además asignar un tiempo a una prueba piloto que permita correctivos y ajustes definitivos, antes de replicarlo o convertirlo en un programa bandera o protagónico en la organización.
En el siguiente video encontrarás 5 Tips para desarrollar un proyecto de Responsabilidad Social
La sistematización del proceso será un aprendizaje que aportará significados a la política y filosofía de responsabilidad social de la organización y enriquecimiento a su sistema de valores.
Si quieres estudiar más sobre cómo implementar la responsabilidad social en una empresa y si necesitas acompañamiento (coaching) o asesoría técnica en esta materia, puedo apoyarte. Contáctame y te diré cómo.