Este trabajo fue publicado en el libro Nuevas Tendencias en Comunicación Organizacional de la editorial Abediciones de la Universidad Católica Andrés Bello, UCAB, como parte del grupo de autores que ofrecen sus perspectivas sobre el estado del arte en este campo. Además de identificar los elementos centrales que signan la gestión de la responsabilidad social, en este texto se plantean como interrogantes: ¿Cuál es la relación entre transparencia organizacional y la gestión de la Responsabilidad Social? ¿Cómo se conecta este nexo con la llamada “Cuarta revolución industrial” y algunos de sus desafíos éticos en materia de gestión de datos masivos o big data, revolución cognitiva, inteligencia artificial e inclusión social? ¿Qué otras tendencias se relacionan con la gestión de responsabilidad social?

1.- Introducción
La gestión de la responsabilidad social es uno de los ámbitos que integran las funciones del comunicador organizacional, y que requiere, cada vez más, un enfoque transdisciplinario, integrador y ético. La práctica netamente filantrópica, de goodwill elemental, coexiste con la evolución hacia otros modelos acoplados con las estrategias de negocio. Estos a su vez requieren su alineación con los departamentos de relaciones o comunicaciones con visión de creación de valor, de la mano de los grupos de interés o stakeholders. Tal transformación ha impulsado la participación de otras disciplinas, especialmente como el derecho, la sociología, las ciencias políticas, las ciencias administrativas y tecnologías propias de la llamada revolución digital o Cuarta Revolución Industrial (Schwab, 2016).
Epistemológicamente este campo de gestión invita al comunicador organizacional o DirCom a conocer y comprender los fenómenos del entorno corporativo desde la complejidad y el dinamismo de los sistemas sociales, junto a las necesidades de ejercer liderazgo – o de formar parte de equipos de trabajo- capaces de aportar o de co-crear soluciones que sumen al capital social y reputacional de la institución, en sintonía con el mundo que le rodea; y en forma confiable y creíble.
- La ubicación del contexto incidente en el tema
La redacción de este texto ocurre en medio de un hecho inédito y global causado por un agente patógeno identificado como COVID-19 o Coronavirus; decretado como pandemia por la Organización Mundial de la Salud (2020). La autora considera necesario referir la situación en el presente trabajo y acotar que la actuación social de empresas, gobiernos y sociedad civil durante la emergencia mundial está en proceso de desarrollo[1], por lo que no se cuenta con información consistente que sitúe o defina tendencias claras en el posterior comportamiento de los actores sociales y en el estudio de las consecuencias de la crisis. Entre los elementos coincidentes y recurrentes en la conversación global durante la coyuntura, afines a la gestión de lo socialmente responsable se encuentran conceptos como cooperación,solidaridad,moral,salvación,ética, responsabilidad, control social; algunos de los cuales son definidos en el punto 2 de este capítulo.
Sin embargo, para efectos de este trabajo se tomó como referencia el contexto global y local previo a la pandemia, como base para el entendimiento de la idea central y sus interrogantes.
- Una sociedad con capitalismo en revisión, tecnologías disruptivas y cambios constantes
De acuerdo a la tesis del historiador y académico Yuval Noah Harari (2018), la humanidad enfrenta desafíos que comprometen su supervivencia: el cambio climático, el impacto de las tecnologías disruptivas, la guerra nuclear y alteraciones radicales en cuanto a reproducción humana. Y ocurre en un momento de fragilidad del sistema de democracia liberal según lo exponen estudios como el realizado por Henderson (2020), aunado al descenso de la confianza hacia las empresas, los gobiernos y otras instituciones (McNamara c.p. Moreno et.al 2019). En contraparte, estas procuran converger en la consecución de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible definidos por la Organización de las Naciones Unidas, en su rol de institución que representa a todos los países del mundo. Tales propósitos (ver tabla No. 1) adquieren un sentido de dirección y visión conjunta global, a través de una serie de tareas que deben cumplir esos tres grandes actores sociales: gobierno, empresa y sociedad civil.
[1] Para el momento de la redacción se estima (El tiempo.com, 2020) que el 43% de la población mundial se encuentra confinada en sus hogares, voluntariamente o por imposición de medidas estrictas de distanciamiento social o cuarentena. La dimensión global de esta situación y su impacto puede equiparse a la Segunda Guerra Mundial, según lo han afirmado mandatarios de distintos países y la Organización de las Naciones Unidas.
(click aquí para acceder texto completo)