Enfatiza la necesidad de un cambio radical de Vía, un ¨new deal ecológico-económico que recupere el empleo, el consumo y el nivel de vida¨ en el que la conjunción de responsabilidad y solidaridad es imprescindible.

El conocido pensador francés Edgar Morín, nacido en 1921, ha seguido mostrando la irreductibilidad de la complejidad como característica sine qua non de la sociedad contemporánea. Y más aún tras la irrupción de la Covid-19. Su libro ¨Cambiemos de vía¨ (2021) es su reflexión centenaria, la cual comienza con un recorrido existencial desde su condición de neonato sobreviviente a la pandemia de 1918 o gripe española.
Expone 15 lecciones, 9 desafíos y 5 políticas que articulan una propuesta enfocada en la imprescindible humanización de la sociedad con tareas para todos los actores sociales. La misma se fundamenta en el eje del pensamiento complejo -el modelo del bucle tetralógico- y en sus tres principios clave (*), cuya presencia tácita se percibe en toda la extensión de la obra.
Quienes hemos abordado, estudiado y adoptado el paradigma de la complejidad (o Teoría de la Complejidad) para el conocimiento de las realidades, los fenómenos y sus actores sociales este es un libro de obligatoria lectura. Pero también es idóneo para quien se sienta motivado o ávido de conocer cuáles son las ideas que distintos autores contemporáneos intentan explicar el presente y el post del mundo a raíz de la pandemia y más aún, cómo se juega eso con su propio patio. Con Morín puede que no se esté completamente de acuerdo, pero es innegable el legado de su reflexión. No es frecuente leer en vida a un filósofo de 100 años, y menos aún con capacidad para proponer una Vía, tras el aprendizaje que deja una situación de impacto planetario, tal como lo ha sido esta pandemia.

Entre lo más resaltante y es uno de los principales aportes de la obra se encuentra el concepto de ¨comunidad de destino compartido¨. Ante la tensión orden/desorden y el correspondiente incremento de la complejidad social Edgar Morin reitera esa noción diciendo que ¨Lo único que puede proteger la libertad, a la vez del orden impositivo y del desorden integrador, es la presencia constante en la mente de sus miembros de una pertenencia solidaria a una comunidad de la que sentirse responsables. Así pues, la ética personal de responsabilidad/solidaridad de los individuos también es una ética social que mantiene y desarrolla una sociedad libre¨. Además, la noción de comunidad de destino compartido terrestre es considerada por el pensador galo como el acontecimiento clave del Siglo XXI y el principal mensaje de la crisis del 2020. ¨Somos solidarios en este planeta y de este planeta¨.
Este pensador -cuyo centenario le fue celebrado globalmente desde la UNESCO- además de identificar lecciones y desafíos propone a humanidad un Cambio de Vía en vez de una revolución o un proyecto de sociedad que pueda ayudar a superar la gran crisis de civilización gatillada por el coronavirus. La misma ha hecho visible una enorme contradicción: todos los humanos ligados inseparablemente al destino bioecológico del planeta Tierra, pero al mismo tiempo se intensifica la crisis de la humanidad que no logra constituirse como tal. Brotan muestras de solidaridad espontánea y al mismo tiempo nacionalismos, divisionismos y otras clases de segregaciones.
¨El hombre es sapiens y demens, faber y mythologicus,economicus y ludens, es decir, Homo Complexus¨
Edgar Morin
Su actitud pudiera calificarse como moderadamente optimista, al invitar a conservar la esperanza, pero sin euforia, y en términos de un modelo político-ecológico-económico-social sobre la base de un humanismo regenerado y políticas que direccionen el quehacer de la nación, la civilización, humanidad y la Tierra. En este ámbito la empresa privada es la gran ausente en la ¨gobernanza de concertación¨ definida por el autor como un espacio de despertar ciudadano y democracia participativa, con rol protagónico del Estado libre de ¨patologías administrativas¨. Tampoco asoma esa presencia en los segmentos del libro donde expone la necesidad de crecimiento fundamentado en una economía de necesidades esenciales y no en la exacerbación de una ¨economía de lo frívolo e ilusorio¨. Mientras que el peso del deber ser en lo económico lo adjudica al incentivo y resguardo de las empresas locales y la producción local, junto a una muy cautelosa mirada y actitud defensiva hacia los grandes consorcios internacionales con amplio margen de maniobra y poder.
Principios de esperanza
Morin adiciona al conjunto de lecciones, desafíos y políticas 4 ¨Principios de esperanza¨ como corolario a su obra y legado a la humanidad:
- El surgimiento de lo improbable.
- El principio de regeneración.
- Allí donde está el dolor también crece lo que lo salva.
- La aspiración milenaria de la humanidad a otra vida y a otro mundo.
Su definición de ¨ser humanista¨ es ¨sentir en lo más profundo que cada uno de nosotros que es una parte minúscula de una aventura que comenzó hace 7 millones de años con una multiplicidad de especies, y de la que hay que esperar que siga su metamorfosis, de la que nacerá un nuevo devenir¨.
Reitera que la complejidad del individuo implica contradicciones y debemos tener en cuenta las ambigüedades, las inestabilidades y las versatilidades humanas.
Por otra parte, al abordar la civilización se suma a lo que otros pensadores y analistas han señalado sobre el confinamiento. No solo nos ha recluido desde la casa sino también ¨nos ha empujado dentro de nosotros mismos¨, invitando a realizar cambios como ¨lo esencial a lo inútil, la calidad a la cantidad, lo duradero a lo desechable¨.
A nuestro juicio entre lo más importante de esta visión sobre las ¨Lecciones de la pandemia¨ es la reiteración de la complejidad como paradigma para la compresión, el análisis y el estudio de la sociedad y sus dinámicas. Se entiende que, quizás, dadas las circunstancias del obligatorio aislamiento en casa, se acentuó la alusión a la realidad francesa como centro del análisis. Y por otra parte, el excesivo señalamiento hacia la empresa privada versus la acentuación del rol protagónico del Estado en el llamado a la reconducción de vía.
¿QUÉ ÉS LA COMPLEJIDAD?
El pensamiento complejo es un planteamiento epistémico llamado así por Edgar Morin, que impulsa la visión sistémica y dinámica de lo cognoscible, y con base transdisciplinaria. Es un método una serie de principios y elementos que fundamentan los aspectos clave para la exploración y definición de una realidad, aplicable en múltiples ámbitos del conocimiento, especialmente en las ciencias sociales.
Se ha conformado una cultura de la complejidad enfocada en las relaciones, la interconectividad, el caos, la incertidumbre, las múltiples realidades y la capacidad del hombre para co-crear su propio destino.
En el pensamiento complejo se distinguen tres vertientes: lo sistémico, lo biológico y el método. Está signado entre otros aspectos por lo relativo, lo cambiante y la multiplicidad de procesos humanos y sociales derivados o alimentados con el uso de las Tecnologías de Información. Este paradigma cuestiona el determinismo, el absolutismo, lo inmodificable, y el razonamiento mecanicista.
Sus elementos clave: Dialógica. Desorden. Orden.
Emergencia.Imprinting.Cultura.Racionalidad. Contradicción.
Principios:
1. Dialógico. Involucra la asociación compleja de instancias que interactúan entre sí
2. Hologramático: Tiene lugar un principio presencial y anti-reduccionista, en el que se define que cada punto del holograma contiene al objeto en su totalidad.
3. Recursivo: Es entendido como el hecho de que los productos y los efectos son, al mismo tiempo, causas y productos de aquellos que los produce
¨La esperanza no es certidumbre, lleva incorporada la conciencia de los peligros y las amenazas, pero debemos tomar partido y aceptar la apuesta¨.
Edgar Morin