El Foro Económico Mundial de Davos 2025 ha puesto de manifiesto la urgencia de abordar los desafíos de sostenibilidad a nivel global y, particularmente, en América Latina. Bajo el lema «Colaboración para la Era Inteligente», líderes mundiales y regionales han trazado una hoja de ruta que integra innovación tecnológica, transición energética y crecimiento económico sostenible. La IA y su potencialidad se convierten ahora en un eje de constante discusión, y posiblemente seguirá ocupando la escena desde la perspectiva del desarrollo sostenible tanto para sus aupadores como sus detractores.
Sostenibilidad global: un imperativo ineludible
La sostenibilidad se ha consolidado como eje central de las estrategias de inversión y desarrollo económico, ya sea por necesidad de cumplir regulaciones como por las mismas exigencias de los mercados. En Davos se ha subrayado la importancia de integrar criterios ESG/ASG (ambientales, sociales y de gobernanza) para mitigar riesgos climáticos, e ir mucho más allá mediante el impulso a la competitividad y el crecimiento económico a largo plazo.
Así inteligencia artificial (IA) puede apoyar la optimización de recursos, la gestión ambiental e incluso el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Empresas líderes como Google, Microsoft, Siemens e IBM están a la vanguardia en el uso de IA para mejorar la eficiencia energética, reducir emisiones y promover prácticas sostenibles.


Lo anterior refuerza la tesis de Inteligencia Aumentada que escuchamos explicar a Conchita Díaz, ponente de Google en el Foro Géiser de Islas Canarias. La gestión de los datos con la mediación de la IA puede ser abordada como un potente facilitadora de bienestar.
Desafíos y oportunidades para América Latina
Para América Latina, el Foro de Davos 2025 ha planteado una serie de desafíos y oportunidades en materia de sostenibilidad:
- Transición energética justa: La región busca equilibrar la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero con el desarrollo económico y social. Esto implica aprovechar sus vastos recursos naturales, como el litio y el potencial para el hidrógeno verde, mientras se abordan desigualdades históricas3.
- Crecimiento económico sostenible: Se proyecta un crecimiento del 2,4% para la región en 2025, pero este debe ser equitativo y sostenible. Los países enfrentan el reto de implementar reformas estructurales para mejorar la productividad y la resiliencia climática4.
- Acción climática: Con la COP30 programada en Brasil, América Latina se posiciona en el centro del debate global sobre la implementación de acuerdos climáticos y la aceleración de acciones inclusivas contra el cambio climático.
- Innovación y tecnología: La adopción de tecnologías avanzadas, incluyendo la IA y la computación cuántica, se presenta como una oportunidad para impulsar la productividad y abordar desafíos ambientales6.
Estrategias para un futuro sostenible
El Foro ha destacado varias estrategias clave para abordar estos desafíos:
- Colaboración público-privada: Es esencial para atraer inversiones hacia energías limpias y tecnologías verdes.
- Políticas adaptadas: La transición energética en Latinoamérica debe responder a las realidades específicas de la región, considerando aspectos sociales y económicos.
- Inversión en infraestructura: Se requiere una inversión significativa en redes eléctricas y tecnologías de almacenamiento para facilitar la integración de energías renovables.
- Desarrollo de capacidades: Es crucial invertir en educación y formación para preparar a la fuerza laboral para los empleos del futuro en una economía sostenible.
El Foro de Davos 2025 ha reafirmado que la sostenibilidad no es solo un desafío ambiental, sino también una oportunidad para reinventar economías y sociedades. Para América Latina, el camino hacia un futuro sostenible requiere un enfoque holístico que integre innovación, equidad social y protección ambiental. La región tiene el potencial de liderar en áreas como energías renovables y conservación de la biodiversidad, pero necesita superar obstáculos estructurales y abrazar plenamente la transformación hacia una economía verde e inclusiva.El éxito de estas iniciativas dependerá de la capacidad de los líderes regionales en el ámbito privado y en el público para traducir los compromisos de Davos en acciones concretas, adaptadas a las realidades locales y con un enfoque en el largo plazo.
Solo así, América Latina podrá convertir los desafíos de sostenibilidad en oportunidades para un crecimiento equitativo y resiliente.
















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